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Son pocas las páginas de
Internet que, como la red social Facebook, se han difundido de manera casi
global en un tiempo tan corto. Facebook en menos de sus siete años de existencia, ha llegado a ser
utilizado por una de cada diez personas entre las que se resaltan el grupo
poblacional de 18 a 24 años, al cual podemos denominar franja universitaria.
Esta franja conforma cerca del 40% de los usuarios de Facebook y frente a este
uso masivo no es de extrañar que las tendencias pedagógicas recientes se hayan
propuesto valerse de esta red social y de muchas otras, para dinamizar los
procesos educativos.
Actualmente los jóvenes se
comunican con sus amigos y compañeros un 57% más por redes sociales que en la
vida real y muchos de estos intercambios, suceden directamente en el aula de
clase. Los profesores podemos optar por entablar una guerra contra el uso de
dichas redes en el aula, o podemos valernos de ellas para encontrar maneras
alternas de acercarnos a los estudiantes y sus maneras de interactuar.
La tecnología está sin duda
transformando la manera en la que aprendemos y en la que enseñamos. Ella está
de hecho desafiando las prácticas tradicionales que han predominado por siglos
al punto que parte de la alfabetización actual ya no se define por haber
aprendido a leer y a escribir, sino por capacitarse, casi autodidactamente, en
el manejo programas, aplicaciones y redes sociales para desarrollar actividades
tan cotidianas como publicar fotos, actualizar estados, compartir artículos,
videos y canciones y participar de juegos en línea, entre otros.
Si cada día millones de jóvenes
ponen en práctica estos conocimientos para relacionarse entre sí y darse a
conocer, ¿no podríamos nosotros, los
profesores, brindarles la posibilidad de una aplicación académica de sus
conocimientos que les resulte divertida y significativa? ¿estamos aún en posición
de combatir y prohibir el uso de facebook en la clase, o podemos valernos de
sus servicios para innovar nuestra práctica?
Andrea, me parece muy interesante el tema que has propuesto. Creo que si nuestros alumnos emplean habitualmente facebook debemos como tú bien dices “valernos de sus servicios para innovar nuestra práctica”. El problema es que muchas veces no pensamos en lo que a nuestros alumnos les gusta. Lamentablemente solemos pensar en lo que nos resulta más cómodo y es más fácil predicar en contra de facebook que aprender a manejarlo y pensar en maneras de explotar su uso en el aula.
ResponderEliminarA mí también me parece muy interesante el tema que has propuesto. Emplear una aplicación de facebook en el aula puede tener resultados muy buenos, siempre y cuando estén bien desarrolladas; porque si empleamos las que ya hay en el mercado, suele ocurrir que están mal traducidas y es contraproduccente. Al hilo del uso de las tecnologías en la vida diaria, me he encontrado con este artículo: http://t.co/yr7t7re9HE. Es un poco off-topic, pero quizá os interese.
ResponderEliminarPues la verdad es que sí que es buena idea...se podría por ejemplo hacer un grupo de clase y utilizarlo para colgar apuntes, dudas, pps (si los hay), anuncios de exámenes o de ejercicios, colgar y compartir fotos de excursiones, quejas, hacer preguntas sobre el temario y que los alumnos vayan contestando (aunque quizás aquí se copien los unos a los otros...) para repasar y para aclarar dudas. El profesor podría dar feedback y así podría dar un tratamiento más personalizado a los alumnos que a veces no se puede dar en clase...:)
ResponderEliminar¡Muchas gracias a todas por sus comentarios! Creo que la idea de proponer este tema surgió a partir de mis clases en las que veía cierta "imposibilidad" de mis alumnos (y un poco mía también he de reconocer) de pasar la totalidad de una clase sin consultar facebook.
ResponderEliminarMe sentía molesta porque sentía que al entrar a facebook perdían el hilo de la clase, de modo que pensé que podía empezar a enviarles imágenes o instrucciones que desarrollaran en ese mismo momento.
Creo que la utilidad de facebook más explotada es como tablero (pizarra) pues los estudiantes tienen acceso a la información que allí está (no hay excusa de que no recibieron el correo) y pueden hacer preguntas al profesor, sin embargo hay muchas otras maneras de no solo explotarlo sino incorporarlo a la clase, en proyectos o pequeñas tareas a través de perfiles individuales (reales o creados para la clase) o grupales.
La mayoría de la bibliografía que se encuentra sobre esto esta en Inglés y da cuenta de usos para enseñanza de ese idioma pero afortudamente hay muchas ideas que pueden ser adaptadas exitosamente a la clase de ELE.