EMOCIONES
2.0
¿Existe alguna relación entre emociones y uso de las TIC? ¿Es posible guardar temporalmente las emociones en un bolsillo? Como reconocida tecnófoba, me gustaría utilizar este espacio para iniciar una reflexión sobre el papel que desempeñan las emociones en los procesos de integración de las TIC. Tal vez pueda parecer una cuestión trivial, pero en realidad, el incrementar nuestros conocimientos al respecto nos permitirá conocernos mejor, como futuros profesores de E/LE con nuestros propios procesos emocionales y nuestras propias disposiciones emocionales hacia las TIC. Contribuirá también a mejorar nuestra capacidad de entender e interpretar a nuestros alumnos como seres emocionales, inmersos en un proceso de aprendizaje que ejerce su impacto en este sentido. En definitiva, estaremos en condiciones de tomar decisiones cada vez más acertadas en relación al uso de las TIC en el aula, y de graduar de manera más efectiva este proceso de incorporación de las TIC, en función de las características del grupo en cuestión y de las necesidades y estilos de personalidad detectados entre nuestros alumnos.
Para llevar a
cabo esta reflexión tomaré como punto de partida algunas ideas de Bax (2003). Trataré de complementar estas ideas con algunos conocimientos teóricos procedentes de la Psicología y de integrar explícitamente ambos tipos de conocimientos. Finalmente presentaré un pequeño producto personal: una posible tipología de perfiles de
alumno/profesor que podemos encontrar en las aulas de lenguas extranjeras.
ALGUNAS
IDEAS DE BAX (2003)
En su artículo “CALL: past, present and future” (2003)
Bax propone el concepto de normalización
como meta a L/P a la que aspirar para
poder hablar de una verdadera integración de las TIC en los contextos
educativos. Éste concepto haría referencia a un estado ideal hipotético en el
que la tecnología sería “invisible” (esto es, pasaría desapercibida), al quedar plenamente integrada en la práctica
diaria de los individuos (Bax 2003). El alcance de este estado de
normalización requiere cambios de diversa naturaleza, a grandes rasgos de tres
tipos: tecnológicos/logísticos, individuales (de alumnos y profesores) e institucionales.
Mientras que los cambios tecnológicos suceden
con rapidez, gozan de una gran atención y son claro objeto de intervención, el
resto de factores evolucionan más lentamente y sufren en la práctica una clara
desatención. Dicha desatención parece subyacer a buena parte de las
experiencias de fracaso halladas en las investigaciones sobre difusión de las innovaciones,
y llevada a un extremo adoptaría la forma de lo que Bax denomina “Sole Agent´fallacy” o falacia del único
agente, que consiste en caer en el error de considerar la tecnología como único
factor clave en el proceso de la integración de las TIC.
El autor propone operativizar
este proceso de normalización en una sucesión formada por las siguientes fases
o estadíos:
ETAPAS DE
LA NORMALIZACIÓN
|
DESCRIPCIÓN
BREVE
|
1. Early Adopters
|
Algunos
profesores y escuelas prueban la tecnología por curiosidad
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2. Ignorance/scepticism
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Escepticismo
generalizado o desconocimiento de su existencia
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3. Try once
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La
gente la prueba, pero la rechaza por sus problemas iniciales. No percepción de su valor ni de sus ventajas potenciales.
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4. Try again
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Alguien
cuenta que realmente funciona y la gente comienza a probar otra vez. Percepción de
su valor y de sus ventajas potenciales.
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5. Fear/awe
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Comienza su uso generalizado, y empiezan a registrarse reacciones claramente
opuestas: miedo e inseguridad vs optimismo infundado y expectativas exageradas.
|
6. Normalising
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El
uso de la tecnología se va convirtiendo en práctica habitual/ normalizada
|
7. Normalisation
|
La
tecnología se integra completamente en nuestras vidas y se vuelve “invisible”
(comienza a pasar desapercibido)
|
Etapas de la normalización según Bax (2003)
A partir de estas ideas de Bax
(2003), propongo realizar un análisis más exhaustivo de lo que podría suceder
en los últimos estadíos del proceso, entre las fases 4 y 7. Me interesa
especialmente descender hasta el nivel individual anteriormente descrito, para
tratar de profundizar en la cuestión de qué implican dichas fases para los dos
principales protagonistas de cualquier proceso de
enseñanza/aprendizaje de una lengua extranjera: el alumno y el profesor. Antes
de proceder a ello, me parece conveniente recurrir a algunos conocimientos muy básicos
procedentes del ámbito de la
Psicología y que considero pueden resultar muy útiles a nivel
explicativo.
ALGUNAS
APORTACIONES DE LA
PSICOLOGÍA
- DE LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD
Desde la Psicología de la Personalidad se habla
de la existencia de tres grandes dimensiones o componentes, a partir de los
cuales podríamos describir la personalidad de cualquier individuo: una
dimensión cognitiva (lo que pienso), una dimensión emocional (lo que siento) y
una dimensión comportamental (lo que hago / lo que expreso). Las dos primeras
dimensiones formarían parte del funcionamiento psíquico del individuo, y por tanto
no serían visibles, mientras que la tercera, que se correspondería con las
conductas observables de la persona, no sólo sería visible, sino que además permitiría realizar inferencias sobre las dos
anteriores. Algunos autores proponen además una cuarta categoría que estaría
conformada por las actitudes.
Éstas vendrían a representar un estadío intermedio entre los niveles visible e
invisible. Harían referencia a determinadas predisposiciones internas (y por
tanto no visibles) de la persona que le predisponen a actuar de
determinadas formas en las diferentes situaciones sociales, en función de sus
creencias y tendencias emocionales. Los teóricos de la personalidad destacan estas
disposiciones o actitudes por su importante valor predictor: si sabemos cómo tiende
a comportarse una persona en una situación social determinada, es probable que podamos
acertar al tratar de inferir cómo se comportarás esta vez.
Iceberg de la
personalidad
Si bien estas categorías son
relativamente independientes, mantienen una cierta interdependencia. Esto,
aplicado al tema que nos ocupa, podría ejemplificarse de la siguiente forma:
-
Puedo mantener la creencia de que las TIC son útiles y no utilizarlas / no sentirme cómodo/a utilizándolas (independencia relativa)
-
Es más probable que haga uso de las TIC si pienso que son útiles y si me siento cómodo/a con la idea de utilizarlas (interdependencia).
Además es importante tener
en cuenta que, aunque es probable que introduciendo cambios en una de estas
dimensiones se logren cambios en las demás, esto no tiene por qué ser siempre
así. Volviendo a nuestro tema, y tal y como ponen de manifiesto nuestras
experiencias personales y la propia literatura científica: no siempre basta con
concienciar a una persona de la utilidad de las TIC para que ésta las integre
seguidamente en sus prácticas personales y profesionales.¡Las emociones siempre tienen algo que decir!.
- DE LA PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
Desde la Psicología de la Educación se postulan modelos
teóricos que pretenden explicar lo que sucede, en términos generales, durante cualquier proceso de resolución de
una tarea de aprendizaje. Estos modelos no sólamente integran los tres
componentes mencionado, sino además recientemente han
comenzado a enfatizar su naturaleza procesual, en el sentido de entenderlos como procesos
que se extienden a lo largo de una dimensión temporal, en lugar de permanecer
invariantes durante todo el proceso de aprendizaje. Esta naturaleza
procesual, que siempre ha sido asumida en el caso de los comportamientos, con frecuencia ha sido ignorada en las dimensiones no visibles, particularmente en el caso de las emociones.
Hoy en día, entendemos por tanto que la ejecución de un sujeto durante el proceso
de resolución de una tarea de aprendizaje está condicionada por otras dos dimensiones
paralelas: una dimensión emocional y una dimensión
cognitiva (sus creencias y conocimientos).
Las tres dimensiones se encuentran íntimamente relacionadas, influyéndose mutuamente
a lo largo del proceso de aprendizaje: por un lado los conocimientos, las
creencias y las emociones del sujeto determinan la mayor o menor calidad de su
actuación, y por otro lado, a medida que el sujeto actúa, sus emociones, creencias y
conocimientos van siendo revisadas y modificadas, a la luz de los resultados
obtenidos. Volviendo al tema que nos ocupa, en la tarea de aprendizaje del uso de las TIC en el aula de lengua extranjera, el éxito en el proceso dependerá, por un lado, de sus
creencias y conocimientos sobre del alumno/profesor sobre las TIC, y por
otro lado de sus emociones/de su capacidad de gestionar las posibles
emociones negativas asociadas a la tarea. Todo ello condicionará sus
experiencias de uso de las TIC , las cuales a su
vez ejercerán un efecto retroactivo continuo (positivo o negativo) sobre sus
emociones y creencias.
UN
INTENTO DE INTEGRACIÓN
Llegados a este punto me
gustaría intentar trazar conexiones entre los conocimientos presentados procedentes de la Psicología y las ideas
del propio Bax (2003). Para ello me interesa especialmente acudir a la
fase 5 o de “fear/awe” propuesta por el autor.
Aunque Bax destaca en esta fase tanto la aparición del miedo como de
expectativas exageradas con respecto a la tecnología (falacia de la fascinación), en mi opinión es el miedo el concepto
clave en esta fase, o en términos más precisos: son los aspectos emocionales.
Creo que éstos integraría a su vez el otro tipo de manifestación resaltado por
el autor, y así he tratado de reflejarlo en la tabla que presento a
continuación. Recordemos que esta quinta etapa es inmediatamente posterior a la
fase de “Try again”, que culminaría
con la percepción de la utilidad de las TIC por parte del sujeto. Una
vez que el sujeto asume esta utilidad y la incorpora a su sistema de creencias,
se encontaría frente a un dilema de naturaleza emocional: ¿cómo me siento en relación con la idea de hacer uso de
estas innovaciones?. Mi propuesta es que el resultado de este dilema variará
según las características de personalidad del individuo en concreto (alumno o profesor).
En este sentido, propongo la siguiente distinción de tres grandes
perfiles/ tipos de sujetos, con tres formas muy distintas de gestionar este dilema emocional, tal y como he pretendido reflejar en
el siguiente cuadro:
EFECTOS
DEL DILEMA
|
RESULTADO
|
PERFIL DE
ALUMNO/PROFESOR
|
En sujetos tipo 1:
Incapacitante
(Tecnófobos)
|
Bloqueo del paso a fase 6
|
-No establece un
compromiso con la tarea
- Experimenta intensas emociones
negativas, asociadas a la tarea
-Mantiene una baja percepción de
competencia
- Interpreta los errores como amenazas al YO
-Su nivel de acción es escaso o
inexistente (no asunción de riesgos, evitación del uso de TIC)
-Despliega sistemáticamente
mecanismos defensivos (evitación, disonancia cognitiva, etc)
|
En sujetos tipo 2:
No incapacitante, pero
debilitador
(¿Tecnófolos?)
|
Paso tímido a fase 6
(más/menos consciente)
|
-Establece un débil compromiso con la
tarea, continuamente revisado (riesgo de recaída/de retroceso)
-Puede experimentar la reaparición de emociones negativas asociadas a la tarea
-Baja/media percepción de
competencia
- Interpreta los errores como amenazas al YO.
-Despliega esporádicamente
mecanismos defensivos ante aparición de dificultades (evitación, disonancia cognitiva, etc)
- Asume más riesgos que los sujetos tipo 1, pero aun procede con precaución.
|
En sujetos tipo 3:
Fortalecedor
(Tecnófilos)
¡Emociones 2.0! |
Paso firme a fase 6
(generalmente inconsciente)
|
- Establece un compromiso firme con la
tarea
- Mantiene una alta percepción de
competencia
- Percibe los errores como oportunidades
de aprendizaje
- Mantiene un elevado nivel de actuación
(asume riesgos con frecuencia)
- Puede llegar a desarrollar expectativas exageradas respecto al potencial de la
tecnología
|
Me parece importante aclarar que
no todos los sujetos son conscientes de este dilema que se les plantea.
Concretamente los conocidos como “tecnófilos”
ni siquiera suelen tomar conciencia de este momento en el que se posicionan
emocionalmente en relación al uso de las TIC, pero en algún momento han tenido
que hacerlo, puesto que cualquier decisión que tomamos se encuentra más/menos
mediatizada por nuestras emociones. Estos sujetos resuelven este dilema por
tanto de forma casi automática y favorable, lanzándose inmediatamente a la
acción, y mostrándose plenamente dispuestos a asumir riesgos. Por otro lado, tampoco
debe entenderse la resolución de este dilema que se plantea como un dilema
limitado a un momento temporal concreto, muy localizado. La idea es que éste se
lleva a cabo en una franja temporal mayor o menor y de manera más o menos
continua, durante la cual el sujeto se dedica a revisar sus emociones con
respecto a este reto de uso de las TIC, hasta decidir finalmente si establece o
no un compromiso con la tarea. Dicho compromiso como vemos no siempre se
establece de la misma forma, sino que en ocasiones se hace de una manera
bastante débil, viéndose frecuentemente amenazado por las posibles dificultades
que puedan surgir en el camino del aprendizaje en el caso de los individuos
emocionalmente más vulnerables.
Por último, me resulta muy
interesante destacar una cuestión que puede resultar paradójica a simple vista.
En su artículo, Bax hace referencia a situaciones en las que las personas
tendían a focalizarse en los aspectos negativos y las limitaciones de los
avances tecnológicos. Personalmente identificaría este tipo de reacción como
más propia de los sujetos tecnófilos, consecuencia de un optimismo infundado
que les lleva a mantener expectativas exageradas en relación al potencial de
las TIC y a mantener elevados niveles de exigencia. Esto,
sin embargo, no debe confundirse con el tipo de críticas a la tecnología
procedentes de aquellos individuos que rechazan su uso por una cuestión emocional (sujetos tipo 1 y tipo 2). Aunque la manifestación sea similar en ambos casos (focalización en
aspectos negativos de la tecnología), el origen de esta manifestación es muy diferente: en el primer
caso se trata de una cuestión puramente de creencias, mientras en este último
caso esta manifestación encubre un conflicto emocional interno, que está
latente en el individuo y que le genera malestar. Para aliviar este conflicto emocional, el individuo despliega un mecanismo de defensa que consiste en modificar sus creencias con respecto a la tecnología, y así justificar su rechazo a las mismas. Este fenómeno es conocido técnicamente como fenómeno de la
disonancia cognitiva, y está basado en la premisa de que existe una necesidad en todo ser humano de percibirse como un ser coherente. En consecuencia a esta necesidad, no aceptamos mantener dos creencias que se contradicen, ni actuar de manera que contradiga nuestras creencias y valores. De nuevo volviendo a nuestro ejemplo, este tipo de sujetos (de tipos 1 y 2) cree que las TIC son útiles, pero experimentan malestar ante la idea de incorporarlas a sus prácticas habituales, por lo que tiende a no utilizarlas. En un momento determinado el sujeto percibe tal incongruencia y siente la necesidad de solventarla. Si decide hacerlo por la vía fácil, modificará su creencia en relación a la utilidad de la tecnología, para así volver a pecibirse como un ser coherente. (“¡no serán
tan útiles! De hecho mira las limitaciones que presentan…¡hago bien en no utilizarlas!”).
CONCLUSIONES
Buena parte del éxito en la
integración de las TIC en los contextos educativos depende de las actuaciones
individuales de sus principales protagonistas: alumnos y profesores. Que dichas
actuaciones sean favorables al proceso de normalización formulado por Bax,
depende a su vez de la existencia de todo un bagaje de conocimientos, creencias y emociones
individuales adaptativas. Mientras pocos dudan de la utilidad de las TIC y son abundantes los cursos de formación en nuevas tecnologías aplicadas a la educación para alumnos y profesorado, tiende a
infravalorarse el papel que desempeñan las emociones en todo este proceso. Se asume que es conveniente ofrecer a alumnos y profesores ayudas técnicas, pero no un tipo de ayuda que les permita combatir sus dificultades emocionales en relación al uso de la tecnología. Puesto que alumnos y profesores son y seguirán siendo inevitable/(afortunada)mente seres emocionales, seguiremos fracasando en nuestros intentos por convertir su uso en una
práctica habitual y normalizada en las aulas de lenguas extranjeras mientras sigamos infravalorando el papel que desempeñan las emociones en los procesos de integración de las TIC. Ya lo decía El Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos" ;)
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS CONSULTADAS
Artículos:
-“CALL: past, present and future” (Bax. S, 2003)
Páginas web
- http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud
- http://es.wikipedia.org/wiki/Disonancia_cognitiva
Documentos audiovosuales
- https://www.youtube.com/watch?v=2sCV2auTJMo (teoría de la disonancia cognitiva)
- https://www.youtube.com/watch?v=pi7Tv7ug-28 (teoría de la disonancia cognitiva)
- https://www.youtube.com/watch?v=_-dkJO1j1-U (tecnofobia)
Imágenes
- Iceberg de la personalidad (extraída de http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.todoempresa.com/Cursos/Trabajo%2520en%2520equipo%2520Demo/Images/Iceberg.gif&imgrefurl=http://www.todoempresa.com/Cursos/Trabajo%2520en%2520equipo%2520Demo/tema2-1.htm&h=321&w=455&sz=10&tbnid=VXzA7h8YDKSHLM:&tbnh=84&tbnw=119&zoom=1&usg=__uZ_Enot5k9BPKc6mT9aK9czXGN4=&docid=Fn8m7VuA12S9dM&hl=es&sa=X&ei=mZJTUbvzNYXQtAbJ84HwDA&ved=0CDQQ9QEwAQ&dur=579)
El texto me ha parecido muy interesante, y conocer algo más sobre el tema de las TIC (que reconozco que mi conocimiento sobre las TIC es bastante superficial) y su relación con las emociones es bastante novedoso.
ResponderEliminarParticularmente, hay dos aspectos que llaman poderosamente mi atención:
-El fenómeno de la disonancia cognitiva: En numerosas ocasiones he tenido la oportunidad de leer sobre ello y es impresionante el poder (a veces inconsciente) que tiene sobre nuestras conductas.
Como bien señala la autora, la necesidad de percibirnos como seres coherentes que compartimos todos los seres humanos hace que en numerosas ocasiones rechacemos el uso de nuevas tecnologías al fracasar en el primer intento de dominarlas. Como ejemplo, pondré una experiencia vívida en carne propia. En mi primer año de universidad, era un analfabeto tecnológico, es decir, incapaz de operar con dispositivos como Ipad o usar ordenadores personales. En una de las clases, pude ver como había profesores que usaban “powerpoints” como ayuda para agilizar sus clases y apoyar sus explicaciones. Al probar esa tecnología (“try once” en palabras de Bax) y verme incapaz de manejarla, comencé a dudar de sus ventajas y a manifestar públicamente que me parecía algo innecesario para las clases. Todo ello para realmente salvar mi coherencia personal de verme superado por una tarea teóricamente simple de manejar.
-Importancia de las emociones en cursos de tecnología: Hace relativamente poco tiempo, un familiar decidió apuntarse a un curso básico de informática que organizaba el ayuntamiento. Esta persona podría considerarse también analfabeta en términos tecnológicos pero decidió aprender. Sin embargo, como era de esperar, fracasó en sus primeros intentos de dominar la navegación en internet, uso de programas como el Office,… y decidió quitarse del curso a los pocos días por verse incapaz de enfrentarse a esa tarea. Además, junto a ella decidieron abandonar el curso 15 personas más (la mitad de las personas asistentes al curso).
Hasta ahora no me había tomado un tiempo en reflexionar en ello, pero tras leer este texto reconozco que quizás hubiese sido útil que el profesor hubiese dedicado más tiempo a preparar emocionalmente a estas personas (personas de avanzada edad, en su mayoría) para la dificultosa tarea a la que se iban a enfrentar, y crear un clima de trabajo en el que el fracaso en la tarea no se vea como algo horrible para la persona, sino como una parte fundamental del proceso de aprendizaje.
En definitiva, mi opinión sobre este blog es que te hace pensar sobre temas en los que seguramente no hayamos reflexionado, y esa es la función principal de este tipo de textos, ayudarte a considerar nuevas perspectivas o nuevas formas de afrontar un tema determinado.
:D