La sociedad actual está cada vez más mediatizada por Internet; su evolución es cada día más importante y rápida. Este desarrollo ha hecho que actualmente nos sea imposible imaginar un mundo sin Internet. La tecnología, como no, también ha afectado al ámbito de la educación, originando debates sobre el nuevo papel del profesor en la actualidad.
Es muy difícil que los ordenadores sustituyan la figura del profesor en el aprendizaje de cualquier materia, y más aun en el caso de una LE. Existen numerosos estudios que demuestran que el contexto de aula es el espacio donde más eficiente y rentable se hace el proceso de enseñanza-aprendizaje (como lo demuestran artículos como el de Nussbaum y Tusón del año 1996, titulado "El aula como espacio cultural y discursivo"). Por esta razón, en vez de buscar métodos virtuales que suplantan la labor del docente, lo interesante y necesario sería centrar la atención (una atención que se vería potenciada con presupuesto) en la formación del profesorado con el uso de las TIC.
Los progresos en Internet, hardware y programas informáticos no deben significar el fin de las clases presenciales, sino que deben fomentar una enseñanza de mayor calidad, más flexible y abierta en los centros escolares (sean del nivel o ámbito que sean). Se trata de aprovechar el tremendo potencial y todas las grandes ventajas que tienen las TIC para el aprendizaje: disponibilidad de recursos, gran cantidad de información fácilmente accesible, desarrollo del autoaprendizaje, empleo de las distintas destrezas en la lengua meta…; pero como uno más de los recursos de los que dispone el profesor, y siempre adaptado a un previo análisis de las necesidades, intereses y contexto específico del grupo de alumnado con el que se trabaja. La tecnología por sí sola, y por muy avanzada que sea, no garantiza una enseñanza de calidad. De hecho, algunas de las ventajas mencionadas pueden traducirse en inconvenientes sin una intervención y control por parte del profesor. Por poner un ejemplo, a pesar de la gran cantidad de información existente en la red, no toda es fiable; por tanto, se hace necesaria una regulación de los contenidos, de manera que el alumno pueda disponer de filtros que garanticen la calidad, veracidad, actualidad y validez de los mismos. El profesor debe guiar a los alumnos, enseñándoles estrategias de búsqueda y selección de la información para el aprendizaje del ELE.
Además, el enfoque comunicativo, paradigma metodológico actual en didáctica de LE implantado por el MCER (2001), basado en la práctica oral de la lengua y en la comunicación significativa, no hace muy recomendable basar únicamente Internet como el medio específico de práctica didáctica. Por muchas y variadas herramientas de comunicación que disponga la red (correo electrónico, foros de debate, listas de distribución, chats, videoconferencias…), es necesaria una interacción más profunda que permita intervenir de manera más efectiva en el proceso de aprendizaje del alumno. Y esta atención al proceso, donde mejor se lleva a cabo, es en el espacio aula y con la atenta observación del profesor.
Es muy difícil que los ordenadores sustituyan la figura del profesor en el aprendizaje de cualquier materia, y más aun en el caso de una LE. Existen numerosos estudios que demuestran que el contexto de aula es el espacio donde más eficiente y rentable se hace el proceso de enseñanza-aprendizaje (como lo demuestran artículos como el de Nussbaum y Tusón del año 1996, titulado "El aula como espacio cultural y discursivo"). Por esta razón, en vez de buscar métodos virtuales que suplantan la labor del docente, lo interesante y necesario sería centrar la atención (una atención que se vería potenciada con presupuesto) en la formación del profesorado con el uso de las TIC.
Los progresos en Internet, hardware y programas informáticos no deben significar el fin de las clases presenciales, sino que deben fomentar una enseñanza de mayor calidad, más flexible y abierta en los centros escolares (sean del nivel o ámbito que sean). Se trata de aprovechar el tremendo potencial y todas las grandes ventajas que tienen las TIC para el aprendizaje: disponibilidad de recursos, gran cantidad de información fácilmente accesible, desarrollo del autoaprendizaje, empleo de las distintas destrezas en la lengua meta…; pero como uno más de los recursos de los que dispone el profesor, y siempre adaptado a un previo análisis de las necesidades, intereses y contexto específico del grupo de alumnado con el que se trabaja. La tecnología por sí sola, y por muy avanzada que sea, no garantiza una enseñanza de calidad. De hecho, algunas de las ventajas mencionadas pueden traducirse en inconvenientes sin una intervención y control por parte del profesor. Por poner un ejemplo, a pesar de la gran cantidad de información existente en la red, no toda es fiable; por tanto, se hace necesaria una regulación de los contenidos, de manera que el alumno pueda disponer de filtros que garanticen la calidad, veracidad, actualidad y validez de los mismos. El profesor debe guiar a los alumnos, enseñándoles estrategias de búsqueda y selección de la información para el aprendizaje del ELE.
Además, el enfoque comunicativo, paradigma metodológico actual en didáctica de LE implantado por el MCER (2001), basado en la práctica oral de la lengua y en la comunicación significativa, no hace muy recomendable basar únicamente Internet como el medio específico de práctica didáctica. Por muchas y variadas herramientas de comunicación que disponga la red (correo electrónico, foros de debate, listas de distribución, chats, videoconferencias…), es necesaria una interacción más profunda que permita intervenir de manera más efectiva en el proceso de aprendizaje del alumno. Y esta atención al proceso, donde mejor se lleva a cabo, es en el espacio aula y con la atenta observación del profesor.
He leído tu entrada y el tema que tratas en ella me parece muy interesente. Además, he percibido una actitud y valoración positiva hacia la incorporación de estas nuevas tenologías, lo que es indudable e incuestionable.
ResponderEliminarCreo que es importante destacar las características tan particulares y atractivas que presentan las tecnologías actuales y, junto con ello, considerarlas, como profes, excelentes herramientas de trabajo en el aula que permiten desarrollar y potenciar diversas actividades.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que no basta con promocionar las nuevas tecnologías y reconocer el tremendo potencial que los profesores encontramos en ellas, creo que además es fundamental en una sociedad que las ha creado y desarrollado, que sea capaz, además, de generar los espacios y las posibilidades de acceso a este mundo virtual. De lo contrario se vuelven un instrumento al sevicio de quienes pueden pagar por ellos o acceder a ellos y juega en contra de quienes no las conocen o no las manejamos. Por lo tanto, creo que cuando se plantea que estas nuevas tecnologías son una realidad, me gustarías agregar, pero no para todos.Si nuestra sociedad es capaz de generar este tipo de herramientas también debe ser capaz de posibilitar el acceso a ella.
pam
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