Hace unos días leí en El País una noticia que anunciaba la posible publicación de una tabla de abreviaturas de SMS por parte de la RAE. Como suele pasar, me perdí entre los links relacionados con esta noticia y leí ésta otra, donde se habla de iniciativas similares que ya existen en inglés.
Mi primera reacción después de las lecturas fue: ¿Qué utilidad puede tener 'regular' esta forma de utilizar la lengua, teniendo en cuenta que cada cual decide qué uso hace mientras escribe el texto? (...pasando por alto el trillado debate sobre si esta forma de escribir representa o no la futura debacle de la corrección ortográfica.)
Pero tras hablar con Joan Tomàs, el profesor que gestiona este blog, cuestioné la propuesta desde otro punto de vista: ¿Creéis que una herramienta así tendría cabida en el aula de ELE para enseñar a los alumnos las abreviaturas más comunes de los SMS (y/u otros medios con un nº de caracteres limitados, como Twitter) en español?
Mi primera reacción después de las lecturas fue: ¿Qué utilidad puede tener 'regular' esta forma de utilizar la lengua, teniendo en cuenta que cada cual decide qué uso hace mientras escribe el texto? (...pasando por alto el trillado debate sobre si esta forma de escribir representa o no la futura debacle de la corrección ortográfica.)
Pero tras hablar con Joan Tomàs, el profesor que gestiona este blog, cuestioné la propuesta desde otro punto de vista: ¿Creéis que una herramienta así tendría cabida en el aula de ELE para enseñar a los alumnos las abreviaturas más comunes de los SMS (y/u otros medios con un nº de caracteres limitados, como Twitter) en español?
Yo creo que si esas abrevitauras se usan se enseñan porque los alumnos tendrán que comprenderlas y usarlas. La función del profesor no debe ser decir lo que está bien o mal sino enseñar una lengua lo más real posible.
ResponderEliminarDiscusión diferente sería discutir si esas abreviaturas son lo suficientemente estables como para ser recogidas de forma fiable en un diccionario o pensar que recogerlas en el diccionario es, precisamente, lo que contribuye a que queden fijadas.
Definitivamente, es cardinal enseñar a los alumnos las abreviaturas comunes en los mensajes de texto y, en general, el léxico de la extendida "cultura del celular" (o móvil), porque su desconocimiento provoca el efecto contrario al objetivo: dificultar la comunicación. Incluso hablando el mismo idioma los 'códigos' varían; por ejemplo, en mi caso (mexicano) si no hubiera sido por el contexto y un poco de sentido común no habría entendido la primera vez que me dijeron en España: "te hago una perdida", debo reconocer que es una muy buena abreviatura para mi "te marco y no me contestes". En fin, todo un asunto de economía de dinero, tiempo y lenguaje.
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