El aprendizaje en la era digital
A propósito de la web 2.0, y de todas las posibilidades que nos brinda a nivel didáctico, nos encontramos de frente con un nuevo paradigma sobre la concepción del conocimiento. Hablamos de conectivismo.
Partiendo de la base de que el pensamiento es siempre fruto de un proceso colectivo y compartido, el conectivismo apuesta por un aprendizaje centrado no ya en el poder de la memoria de los individuos, sino en la plena disponibilidad y acceso a la información gracias a la red. De este modo, el aprendizaje no se centra tanto en los contenidos que los alumnos lleguen a adquirir y dominar, sino sobre todo en la capacidad de acceder a la información que resulte útil para dicho proceso de aprendizaje.
En este contexto el papel del profesor se desliga de la instrucción unidireccional para dar paso a una concepción de los procesos de enseñanza-aprendizaje centrados en la propia autonomía de los aprendientes, capacitándolos para acceder, seleccionar y discriminar en el vasto océano de la información aquélla que les resulte relevante para su propia construcción del conocimiento. Y todo ello en un entorno, el del e-learning 2.0, que se caracteriza por socializar contenidos e interacciones en un espacio flexible de comunicación, así como por posibilitar la retroalimentación y la co-construcción significativa del conocimiento a partir de las aportaciones de los distintos usuarios. De este modo, la interactividad no se limita a los medios y recursos, sino que radica sobre todo en los usuarios que comparten y construyen conocimiento.
Para la consecuente aplicación de este enfoque conectivo encontramos múltiples recursos en el entorno de la web 2.0, conocidos por todos nosotros, tales como las redes sociales, los slideshares, los blogs o microblogs, las wikis, las ayudas interactivas de google o los mundos virtuales, entre otros.
Ahora bien, existe un riesgo evidente ante este tratamiento del conocimiento que consiste, justamente, en la posibilidad de que los usuarios (o, en nuestro caso concreto, los aprendientes de ELE) “se pierdan” ante la inmensidad informativa que posibilita la red. En este sentido, retomamos la consideración del profesor como guía o facilitador, centrando su papel en la necesidad de enseñar a elegir y discriminar entre tanto contenido informativo, en aras de una auténtica autonomía del aprendizaje.
Para dicho propósito contamos con múltiples recursos que nos pueden ser de gran utilidad. Comento aquí brevemente algunos que he podido encontrar.
Del.icio.us: ofrece un servicio de gestión de marcadores sociales en web, permitiendo agregarlos y categorizarlos en tags, un sistema de etiquetado denominado folcsonomías. Asimismo, no sólo permite almacenar sitios webs, sino también compartirlos con otros usuarios.
RSS: protocolo de comunicación que sirve para publicar textos cortos, tales como titulares de noticias o entradas de blog, posibilitando otro tipo de acceso a la información a través de redes hipervinculadas. Añado un enlace en el que se explica cómo convertir páginas web en RSS.
Google shcolar: que permite buscar información de contenidos académicos con citas bibliográficas, lo cual puede dotar de rigurosidad a la búsqueda de información.
Compañeros, ¿conocéis otros organizadores de redes o recursos que nos puedan resultar útiles para facilitar las búsquedas de información entre nuestros alumnos de ELE?
Espero vuestras aportaciones.
Estoy muy de acuerdo en la necesidad de fomentar en los alumnos formas de acceder y seleccionar la información. Esto implicará tener una visión más global del conocimiento y relacionar contenidos, que creo que es mucho más útil que memorizar cosas de forma aislada; si interrelacionamos las ideas en lugar de aprender de memorieta, podremos jugar con ellas, trabajar con ellas desde diferentes puntos de vista y, en definitiva, tener una formación más integral y ser más flexibles, entre otras cosas, porque construimos conocimiento con el resto del mundo.
ResponderEliminarMe parece muy interesante el concepto de conectivismo y creo que es importante pensar el conocimiento y la enseñanza desde estas "nuevas" concepciones. Sin embargo, a lo largo de las historia han existido muchas revoluciones en torno a teorías del conocimiento y del aprendizaje y no me parece correcto decir que una es la acertada y que debe transformarse en dogma a la hora pensar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
ResponderEliminarCreo que es importante no ser ortodoxos en torno a los enfoques y tener la capacidad de evaluar críticamente tomando la "mejor parte".
En mi opinión, la memoria es un elemento importante y que debe ser trabajada en las escuelas. La habilidad para utilizar numerosas fuentes de información no implica que no se trabaje también la memoria. Creo son dos cosas distintas y en absoluto excluyentes.
Hola chicas! gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarDani, respecto a lo que comentas, decirte que estoy plenamente de acuerdo contigo cuando dices que no podemos ser dogmáticos u ortodoxos con el enfoque que adoptemos,y que lo más conveniente es que seamos eclecticos, tomando las mejores aportaciones de las distintas perspectivas. De hecho lo que comentas respecto del papel de la memoria yo también lo pensé cuando estaba escribiendo la entrada, pero no lo incluí al pensar que mi intención debía ser más descriptiva que otra cosa sobre el conectivismo y al intentar orientarla hacia los recursos que podemos utilizar para fomentar la autonomía del aprendizaje a través de la búsqueda de información.
Pero que conste que agradezco mucho tu puntualización, porque de verdad que me parece necesaria. En definitiva, ¿qué sería de la cultura sin la memoria?
Un saludo!